4 de jul de 20232 min.
Daniel Superby Panussis
Panadería Lo Almendro
Ante el actual escenario económico y administrativo impuesto por nuestro Gobierno de turno, se obliga y pone a prueba la capacidad productiva de las micro y pequeñas empresas.
Nadie está en contra de que las condiciones laborales y económicas de nuestros trabajadores mejoren. Esto ayuda a que aumenten su calidad de vida, aunque paradójicamente, ello se convierte en una encrucijada.
Las nuevas condiciones impuestas de sueldo mínimo y 40 horas extreman las opciones productivas y organizativas de nuestras mipymes. Hablamos de un doble aumento de costos, ya que, al incrementarse el salario mínimo, tenemos un crecimiento en esta variable y al disminuirse las horas laborales, el valor por trabajador también sube.
Quizás muy pocas personas le han tomado el real peso a este tema. Las horas extras y los días feriados serán mucho más caros. ¿Será entonces rentable abrir un día feriado o un domingo?
Al disminuir las horas laborales, ¿los panaderos y pasteleros serán capaces de producir lo mismo? ¿Estaremos en condiciones de asumir nuevas contrataciones de personal para elaborar lo que antes hacían uno o dos trabajadores?
Una solución a flor de labios es “subir los precios”, pero ¿la clientela estará dispuesta a asumir esa alza? ¿Entenderá, por ejemplo, que un berlín aumente su valor?
Todas las decisiones e imposiciones tienen consecuencias y no todas están siendo consideradas. Una opción es la automatización a mayor o menor escala. Es una alternativa que ahora más que nunca debemos considerar y convertirla en realidad, puesto que es la única vía que soluciona el desequilibrio que se va a producir entre horas trabajador y producción trabajador en el momento en que se haga efectiva la disminución de carga laboral.
A su vez, no nos obliga a contratar más personal para mantener nuestra producción (ni siquiera para incrementarla), con lo cual no tendremos que aumentar costos y podremos mantener los márgenes de utilidad y, quizás, hasta mejorarlos.
Este es un carro al cual nos vamos a tener que subir, nos guste o no, por el bien de nuestras familias y empresas.