29 de dic de 20233 min.

Team Chile se prepara para deslumbrar en SIGEP

A menos de un mes de participar en el mundial de jóvenes pasteleros, Antonia González y María Jesús Moreno entrenan con ansias para darlo todo en la cancha de la repostería italiana.

Próximas a embarcarse para afrontar uno de los mayores desafíos de su corta carrera se encuentran las integrantes del equipo nacional que nos representará en el concurso internacional de jóvenes pasteleros.

El certamen se desarrollará a fines de enero en el marco de la feria SIGEP, a celebrarse en Rimini, Italia, en su edición número 45. La muestra se centra en la industria de la heladería, la pastelería y la panadería artesanal, y alberga destacadas competiciones con exponentes de distintos puntos del orbe, las que son presenciadas por miles de visitantes. 

Por ello, Antonia González y María Jesús Moreno, junto a su coach Sebastián Romero, aprovechan al máximo los minutos que les quedan  antes del gran día.

Romero nos cuenta que, si bien el tiempo de entrenamiento ha sido muy corto, considerando que otros equipos se preparan durante un año por lo menos, “las ganas y la motivación por hacer un gran trabajo son las que ayudan a levantarse todos los días para seguir estudiando y preparándose”.

Además, comenta que, tras conocerse los resultados y las ganadoras del Primer Campeonato Nacional para Jóvenes Pasteleros (en septiembre pasado), comenzaron de inmediato las planificaciones, las reuniones y los encuentros semanales con las vencedoras, lo que ha implicado extrema dedicación, voluntad y paciencia de parte de ellas. 

“El primer periodo fue para planificar las esculturas, mientras íbamos degustando sabores para la creación de las recetas que conformarán nuestras 4 elaboraciones: Entremés, helado, postre callejero y postres de café al plato.”

Después comenzaron a explorar lugares para entrenar, viendo que contaran con la infraestructura y las herramientas adecuadas. Y en esa fase el apoyo de INACAP ha resultado clave.

Para la definición de las esculturas recibieron la ayuda de 2 diseñadores: Uno experto en modelado 3D y otro encargado de crear los moldes comestibles. Asimismo, han contado con la asesoría de Gustavo Sáez, reconocido pastelero nacional que ha participado en varios concursos internacionales y es un especialista en esculturas de caramelo. 

En ese sentido, buscando formas de financiamiento y canjes, lograron incorporar a una de las estudiantes en el taller de esculturas que éste ofrece, brindándole así una valiosa experiencia de aprendizaje y una significativa ventaja de cara lo que será la participación en Italia.

Pero el camino ha sido largo y extenuante, con un montón de preocupaciones y pasos por completar. A fines de diciembre, por ejemplo, debieron enviar en inglés las recetas definitivas de lo que exhibirán a los organizadores de la competencia. Y, al cierre de esta nota, aún quedaban tareas por organizar y definir.   

“Recién ahora que terminamos las recetas, podemos ver el tema de la loza, los ingredientes que escapan de lo básico que te entregan en el torneo y el equipamiento que necesitamos llevar desde Chile”.

La idea es reducir al máximo el traslado de cosas para minimizar las incomodidades asociadas al transporte que ello implica. Por ello, están en conversaciones con la empresa Puratos para analizar si les pueden entregar soporte en terreno con su filial en Italia.

“Hemos llegado a ellos a través de Luis Díaz, presidente de los pasteleros de Chile. La idea es reunirnos con la persona local de marketing de Puratos y hablar con el jefe de Puratos Italia para ver si nos pueden facilitar algunos equipos necesarios para la elaboración de las recetas y la loza, porque requerimos entre 45 y 50 platos”, señala Sebastián Romero.

Desde lo técnico y por el lado de las concursantes, María Jesús Moreno creará una escultura de azúcar de 1.20 centímetros, mientras que Antonia González realizará otra de la misma altura, pero elaborada a partir de chocolate. 

Las dos obras estarán inspiradas en la cultura de Rapa Nui, centrándose específicamente en la leyenda del Manutara, ave marina que desempeña el crucial papel del mensajero que anuncia la llegada de la temporada de huevos en la isla. 

Si bien reconocen que el proceso de creación ha conllevado momentos de estrés, las concursantes destacan la relevancia que éste tendrá para sus carreras laborales. Como indica María Jesús Moreno, “nosotras fuimos ayudantes de otros concursos, por tanto, estar en la posición de competidora es una experiencia totalmente distinta. Nunca paras, estás pensando 24/7 en las preparaciones que harás, en cómo mejorar, en qué hay que hacer mañana, etc. Tú mente no descansa, pero creo que al final de este camino queda una sabiduría tanto gastronómica como personal, que nos va a servir para el resto de la vida”.

Mientras el viaje al continente europeo se acerca a pasos agigantados, el equipo chileno continúa entregando toda su dedicación para ajustar al máximo cada detalle, de modo que ello les permita hacer de ésta una oportunidad inigualable; sin olvidar por eso que, el simple hecho de llegar a SIGEP, ya representa una victoria en sí misma.