¿Cómo LO HIZO? CERRAR LOS DOMINGOS
Uno de los temas que siempre genera una larga conversación y discusión a nivel gremial, es la posibilidad de cerrar las panaderías los días domingo. Y más cuando se habla de una ley que busca compensar a los colaboradores que trabajaban ese día con 7 domingos extra al año, a lo que se suma la noticia de la legislación que reduce la jornada laboral a 40 horas.
José Yáñez Diéguez, director de Indupan, quien elaboró (junto a dos colegas) un libro sobre la historia de la panadería chilena en el siglo XX, nos comenta que no encontraron ningún registro de un acuerdo gremial para cerrar ese día. Sólo que han existido casos individuales que algunos industriales han concretado, pero si cierran el despacho, pierden clientes y revierten la medida.
CASOS DE ÉXITO
PanArte conversó con algunos industriales que han cerrado y han tenido buenos resultados con esta experiencia.
Marco Murilllo, dueño de panadería Quilipan, de Quilicura, señala que cerró la panadería los domingos desde el año 2018. Esto, tras hacer un análisis profundo de los gastos versus las ventas de ese día por dos meses y medio.
Se dio cuenta que casi la totalidad de la rentabilidad era por venta de cigarros y que la utilidad del mesón llegaba a 30 mil pesos (tomando en cuenta los sueldos y varios otros gastos específicos) Además, consideró que la mayoría de los juicios eran por el trabajo en ese día. Entonces, tuvo la convicción de que ganaba más “cerrando los domingos”.
Hoy realiza despachos hasta mediodía. Por las mañanas y a las 12:30. Pero reconoce que tiene muchas ganas de cerrar por completo. Esto, porque debe pagar el doble, acomodar los horarios y otorgar un día a la semana libre. “También valoricé mi sueldo ese día y me di cuenta de que valía más la pena descansar. Ahora hago menos y soy más feliz”.
Antes en los domingos me pedían mucho pan y me devolvían bastante. Eso lo terminé en pandemia, por el documento que se consiguió Indupan con la Seremi.
Sergio Deza, dueño de panadería San Martín- Ltda, de Buin, indica que él también cerró los domingos. “Es un día flojo y más caro. Me ahorré 2 mesoneras. Terminé los dominicales. También cierro el mesón los festivos. En esos días sólo hago despacho”.
Le gustaría cerrar el despacho y con eso “me ahorraría 2 panaderos”. Pero no lo hace por la competencia en el sector. Teme que sus colegas le quiten sus clientes. “Mi padre lo hizo hace varios años en la plaza de Buin y perdió muchos clientes”.
Maribel Jaimerena, dueña de panadería Ciga, de Melipilla, dice que tienen cerrado los domingos hace 8 años. Pero mantiene el reparto. Ello, porque están en pleno centro y éste muere en esos días. También analizaron las ventas del mesón y eran bajísimas.
“No tengo que preocuparme del reemplazo. Ni de pagar extra por ser domingo. Y yo puedo descansar. No volvería a abrir. Ojalá pudiera cerrar también los sábados”.
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