Celebremos dulcemente a nuestros niños
Muchas son las alternativas de productos que podemos ofrecer en esta fecha. Innovemos, publicitemos y decoremos el local. Estas son las principales estrategias para entregar a los clientes una dulce solución para homenajear a los niños.
El domingo 6 de agosto será una jornada especial, ya que se conmemorará el Día del Niño, una fecha para regalonear a los más chicos de la casa, que esperan con ansias posibles regalos o panoramas junto a su familia.
Cabe señalar que esta es la fecha establecida por el comercio, ya que el Día del Niño se debería conmemorar en otra oportunidad, según establece la ley chilena. La fecha oficial de celebración del Día del Niño en el país es el tercer miércoles de octubre, según determina el Decreto 1.110 vigente en la nación, el cual se promulgó en 1976. Este texto tiene anotado un calendario de días nacionales, tales como: El de la madre, del padre, del abuelo, del anciano y del profesor, entre otros.
No obstante, desde 1990 es la Cámara Nacional de Comercio la que resuelve que el Día del Niño sea durante agosto, por razones netamente económicas que buscan fomentar la venta del comercio en ese mes.
Pero ¿cuál es el origen real de esta festividad? El Día del Niño es una jornada que se celebra de manera internacional según establece la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La entidad conmemora el Día Mundial de la Infancia el 20 de noviembre de cada año, ya que en esa fecha, en el año 1959, la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración de los Derechos del Niño.
UN DÍA ESPECIAL
Muchos menores y padres esperan tener panoramas especiales. Pero, sin duda, compartir algo rico en la mesa es algo imprescindible. Y es ahí donde nuestra industria puede ofrecer grandes soluciones.
Las tortas son lo que más se vende en esta ocasión, y más aún si se ha tomado la precaución de decorarlas en forma especial o promocionarlas con antelación para elaborarlas del gusto de los homenajeados.
Es vital, por tanto, decorar el local durante las semanas previas, promocionando los productos, packs especiales y la posibilidad de encargar decoraciones personalizadas, lo que es la mejor garantía para no tener mermas.
En la actualidad se han multiplicado las modalidades de decoración, las figuras de azúcar, impresiones (figuras, fotos y saludos), coberturas de variados colores (algunas brillantes que han traído los pasteleros extranjeros) y hasta formas especiales del bizcocho.
También hay panaderías y pastelerías que preparan postres, pack de galletas o figuras de chocolate con packaging ad hoc a la fecha. Las posibilidades son múltiples, sólo es necesario innovar, publicitar y hacer promociones para impulsar las ventas.
Pero no sólo eso, nuestra industria tiene la capacidad de entregar un producto que facilita compartir en familia, más que promover el consumismo o el regalo de juegos, que únicamente profundizan el aislamiento de los niños.
Tiempo y afecto es algo que los pequeños valoran mucho y que quedará en sus recuerdos más que un gran regalo que terminará tirado en algún rincón o se descompondrá con el paso de los años.
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