Jóvenes en la pastelería

Por Valentina Vidal Acevedo,

Chef Pastelera - Profesora de Pastelería

Desde hace años y a raíz de la visibilidad en redes sociales y en medios de comunicación de grandes referentes de la pastelería, el interés en las nuevas generaciones por desarrollar este hermoso arte ha aumentado de manera exponencial. 

En efecto, la influencia de plataformas como Instagram y TikTok ha sido un factor determinante en este fenómeno, permitiendo que los jóvenes compartan sus creaciones y conviertan a la pastelería en un espectáculo visual que genera adeptos en todo el mundo. Este enfoque ha atraído una nueva audiencia y ha creado una comunidad vibrante de amantes de este rubro. La posibilidad de obtener reconocimiento y construir una marca personal a través de las redes, ha motivado a muchos a embarcarse en esta dulce aventura.

Casos de éxito de profesionales jóvenes como la reconocida chef nacional Camila García Elizalde, llena de sueños y esperanzas a muchos que hoy ven reflejado en el ejemplo de sus ídolos, un camino al cual aspirar.

Una rama de la cocina que antes se desarrollaba como un hobby, en la actualidad ha adquirido tal fuerza que han decidido ejercerla a muy temprana edad, incluso antes de realizar estudios profesionales en el área, dando como resultado los primeros cimientos de lo que se podría convertir en un exitoso negocio en el futuro. 

Como especialistas del rubro y para quienes practicamos la docencia, es menester incentivar, alentar y encaminar cada uno de estos sueños, mostrando a nuestros alumnos que la pastelería ejercida con amor, pasión, perseverancia y profesionalismo puede encaminarlos al mismo triunfo de quienes llenaron sus aspiraciones e ilusiones.

La llegada de los jóvenes es un fenómeno enriquecedor que está redefiniendo el sector. Con su energía, creatividad y compromiso con la sostenibilidad, están abriendo nuevas fronteras y desafiando las percepciones tradicionales. Al celebrar su pasión y dedicación, no solo estamos apoyando a una nueva generación de pasteleros, sino que también contribuimos a un futuro más dulce y sostenible para todos. 

La pastelería no es solo un arte; es una forma de expresar quiénes somos y qué valoramos en el mundo contemporáneo, y las nuevas generaciones están a la vanguardia de esta revolución.

Sigamos promoviendo espacios en donde nuestros talentos puedan desarrollarse. Dotemos de herramientas a quienes nos demuestran que lo único imposible es aquello que no intentamos, porque si hay algo que estos jóvenes no conocen son los límites frente al desarrollo de sus sueños.