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Mal uso de licencias médicas un golpe a la productividad y a las pymes de nuestro sector







Por Bruno Arenillas, 

Director de Indupan A.G. y Gerente de Panadería Trévoli




En Chile, el mal uso de licencias médicas se ha convertido en una dificultad de gran magnitud, impactando directamente a las empresas, en especial a las pymes que dependen de una fuerza laboral especializada.


Detrás de la problemática no solo está la afectación económica y la productividad, sino también la distorsión del sistema de seguridad social y la falta de regulación efectiva para controlar estos abusos.


Para efectos de la legitimidad de este tipo de documentos, sabemos que es un acto médico donde odontólogos (as), matrones (as) y médicos son los encargados de entregar este tipo de “indicaciones” según corresponda a la patología del usuario.


La Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO), realizó su informe anual “Emisores de Licencias Médicas Electrónicas 2023”, que muestran las cifras formuladas ese mismo año. Los datos más relevantes dan cuenta de un total de 48.508 profesionales de la salud, quienes emitieron un total de 7.847.979 de estos documentos. De ese número, 2.555.645 fueron otorgadas a trabajadores.


Como empresario del rubro panadero, busco demostrar el golpe que ha tenido esta situación en nuestro negocio. En una panadería, donde la mano de obra especializada es clave, hasta un 20% de su personal ha recurrido al mal uso de estas licencias. Si tuviéramos solo cajeras o vendedoras a mesón, el impacto sería menor, pero encontrar panaderos y pasteleros es cada vez más difícil. Cuando nos falta personal por estas malas prácticas, quedamos a la deriva.


Creemos que esta realidad no solo afecta la estabilidad de nuestras pymes, sino que repercute en la discusión sobre la reducción de la jornada laboral. Estamos avanzando hacia las 40 horas semanales, pero ¿cómo se puede sostener esta reducción si tenemos que lidiar con ausencias injustificadas que frenan la productividad?. 


Según datos oficiales, el aumento en la cantidad de licencias médicas en los últimos años ha sido exponencial, generando pérdidas millonarias para el Estado y las empresas. Aunque existen sanciones para quienes emiten y usan estos documentos de manera fraudulenta, el sistema sigue siendo vulnerable a los abusos.

En particular, este reflexión busca resaltar cómo las personas menores de 30 años parecen ser las más propensas a recurrir a este tipo de prácticas, facilitadas por redes informales que ofrecen licencias a la venta. El llamado de las pymes es claro: Se requiere una fiscalización más estricta y un control eficiente de su uso.

No se trata de negar el derecho a la salud de los trabajadores, sino de evitar que

este beneficio se transforme en una puerta abierta para el fraude, afectando la

estabilidad de los negocios y la economía del país. Si Chile quiere mejorar sus condiciones laborales y avanzar en productividad, debe enfrentar este problema con la seriedad que merece.

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PANARTE © 2021
Revista de panadería y pastelería
en Chile por INDUPAN

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