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Pastelería Tukka: Un emprendimiento lleno de pasión y dulzura



Combinando sabores clásicos y calidad en las materias primas, el negocio liderado por Teresita Zalaquett va en franco crecimiento. Su oferta se amplió hacia la confitería, galletería y chocolatería, con más de 130 productos disponibles para sus clientes.


En el mundo de la pastelería y confitería artesanal en Chile, el nombre de Teresita Zalaquett resuena con fuerza. Su emprendimiento, Tukka, ha logrado posicionarse como un referente en la elaboración de productos de alta calidad, gracias a una historia marcada por la creatividad y perseverancia.


Desde pequeña, su fundadora sintió una conexión especial con el mundo de los dulces. Recuerda con nostalgia cómo recorría quioscos en busca de sus calugas y chicles favoritos, con espíritu emprendedor incluso, pues compraba cajas de caramelos en la tradicional confitería La Mundial para revenderlos. En su hogar cuando era niña, su madre cocinaba con maestría kuchen y queques.


Fue en ese entorno donde Teresita descubrió su pasión por la repostería, creando un primer libro de recetas a los diez años y vendiendo sus propias preparaciones desde la adolescencia.


El camino hacia la profesionalización fue natural. Inspirada por su amor por la confitería, comenzó a desarrollar una identidad de marca para sus productos. Así nació Tukka, nombre que combina las sílabas iniciales de “turrones” y “calugas”, con una doble “K” para hacerlo más distintivo.


Y si bien su entusiasmo por la pastelería nació de manera intuitiva, su formación académica le ha permitido fortalecer el negocio. En sus estudios de Administración de Servicios, adquirió herramientas clave en contabilidad, economía y gestión empresarial. Además, recientemente cursó un programa de Dirección Empresarial en el ESE de la Universidad de los Andes, con el fin de actualizarse y aprender de otros emprendedores.


La capacitación también ha sido una constante en su carrera: invierte en cursos mensuales, tanto en Chile como en el extranjero, para perfeccionar técnicas y explorar nuevas recetas. Gracias a ello, ha conocido a talentos nacionales como Gustavo Sáez y Camila Fiol, quienes están entre los mejores reposteros del mundo.


Los desafíos de crecer

Con catorce años en el rubro, Teresita Zalaquett ha construido una empresa sólida. Este periodo ha sido de los más gratificantes de su vida, permitiéndole desarrollar talentos y nuevos desafíos. “Hacer lo que a uno le apasiona es un privilegio”, afirma.


Sin embargo, los retos no han sido menores. Levantar una tienda desde cero implicó definir una línea de productos, encontrar proveedores confiables, formar un equipo de trabajo y manejar la contabilidad con rigurosidad. Además, eventos externos como el estallido social y la pandemia exigieron estrategias de adaptación, desde la implementación de entregas a domicilio hasta la creación de formatos más pequeños de tortas, acorde a las nuevas necesidades de los consumidores.


En ese sentido, Pastelería Tukka comenzó ofreciendo solo torta de milhojas con manjar, no obstante, la demanda de los clientes por opciones para la hora del té la llevó a crear una bandeja de pastelitos chilenos, que rápidamente se convirtió en un éxito. Con el tiempo, la oferta se amplió a confitería, galletería y chocolatería, alcanzando hoy más de

130 productos en el catálogo.


El sello distintivo de la marca está en su combinación de tradición y calidad, con alimentos elaborados con ingredientes premium, como chocolate belga y manjar casero, sin preservantes ni colorantes artificiales. El objetivo, según su fundadora, es rescatar sabores clásicos de la repostería chilena, como merengues con manjar, alfajores y dulces San Estanislao, pero con un toque innovador en su presentación.


Familia y emprendimiento

Un aspecto fundamental para Teresita es la conciliación entre emprendimiento y vida familiar. Si bien liderar Tukka es una labor demandante, ha logrado equilibrar lo personal con lo profesional. Como esposa del alcalde de Providencia, Jaime Bellolio, ha aprendido a organizar su tiempo de manera eficiente.


“Mi pasión es mi familia y la repostería, en ese orden”, enfatiza. Para ello, cuenta con un equipo de confianza, incluyendo a su hermana Sofía y su colaboradora Gisela, quienes aportan orden y precisión en cada proceso.


En cuanto a su visión del emprendimiento en Chile, destaca la importancia de reducir la burocracia para facilitar la formalización de los negocios. “Los municipios tienen un rol clave en esto”, comenta, haciendo eco de la experiencia edilicia de su marido.


Para las mujeres que desean incursionar en el mundo gastronómico, aconseja organización y resiliencia. “El rubro exige horarios largos y mucha dedicación, pero con eficiencia y amor por lo que se hace, es posible lograr un equilibrio”, dice Teresita. Además, recalca la importancia de estar presente en los puntos de venta y mantener un contacto cercano con los clientes.

 
 
 

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PANARTE © 2021
Revista de panadería y pastelería
en Chile por INDUPAN

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