Carne congelada: Alternativa sabrosa e ideal para los parrilleros
Especial para planificar las compras, aprovechar ofertas puntuales y mantener un stock permanente que evite emergencias de último minuto a la hora de armar un asado.
El mercado cárnico ofrece cada vez más una mayor gama de opciones al consumidor de proteínas. Pasando por una infinidad de cortes hasta la selección del tipo de faenamiento y posterior proceso al que deseamos que nuestra carne haya sido sometida.
Así, no es lo mismo consumir una carne fresca (con escasa duración); una carne sellada al vacío (con una duración máxima de 90 días) o una carne congelada que conserva sus características hasta por 365 días.
Comprar y consumir carnes congeladas en su origen, se ha convertido en una alternativa cada día más asequible para el bolsillo de los usuarios y en una tendencia mundial que ya marca pautas y aterriza en nuestro país.
Los chilenos somos buenos para comer carne. Así lo revela un estudio de Cadem/MeatMe, que indica que los asados son parte de nuestra identidad nacional. El 73% de los chilenos los hace al menos una vez al mes, de preferencia los días domingo (78%), seguido de los sábados (17%).
En relación a la elección de las carnes, los encuestados en este sondeo manifestaron que los principales atributos que buscan en ella, es que sea blanda (50%), sabrosa (23%), que esté a buen precio (12%) y que sea jugosa (7%).
Las características antes señaladas, están claramente presentes en la carne congelada, gracias a que las tecnologías de avanzada apuntan en esa dirección. De tal forma, metodologías como el IQF (siglas en inglés para Individual Quick Freezing, que significa “Congelado Rápido Individual”), procesan productos alimenticios de forma rápida, eficiente y de manera porcionada.
Y en cuanto a la oferta de productos, ya podemos encontrar en el mercado nacional la carne congelada de origen brasileño Maturatta, comercializada por JBS, la mayor productora de proteínas a nivel mundial. Viviana Segovia, gerente general de la empresa en Chile, indica que “estamos presente hace muchos años en el país a través de diversos productos, con nuestras marcas Friboi, Friboi Black y Swift. Ahora, con Maturatta, apuntamos a consolidarnos en el mercado de las carnes de vacuno especiales para la parrilla”.
Desde el punto de vista técnico, lo óptimo es congelar la carne en su punto máximo de frescura para mantener sus características principales, relacionadas con la ternura, sabor, contenido proteico y mineral. Esto, a través de un túnel de congelación que logra bajar la temperatura a -40°C. El proceso total dura 2 días, reduciendo la cristalización y conservando las cualidades de la carne. De esta forma, el producto resultante conserva sus bondades hasta por 365 días.
Adicionalmente, la carne congelada presenta varias ventajas con respecto a temas de seguridad sanitaria, ya que se caracteriza por no requerir ningún tipo de químico o preservantes y por evitar la reproducción de microorganismos luego del faenamiento.
Por último, cabe destacar que se ha descubierto que cocinando en la parrilla una carne congelada se obtienen mejores resultados, dado que ésta mantiene con mayor facilidad sus propiedades a raíz de que el interior súper enfriado es más resistente a la cocción. Esto deriva en que quede más jugosa, blanda y rosada.
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