Comisión Nacional de la Productividad propone cambios a favor de las pymes
Un estudio de la Comisión Nacional de Productividad(CNP), denominado “Revisión Regulatoria para Pymes”, concluyó que el proceso de obtención de los permisos básicos para iniciar emprendimientos en Chile, se alza como una barrera especialmente para las empresas más pequeñas. Se determinó que una pyme puede demorar hasta más de un año y medio en comenzar a funcionar y que las microempresas tardan, en promedio, más de 6 meses en hacerlo.
Un total de 20 hallazgos que identifican las principales regulaciones y permisos que afectan el desarrollo de proyectos de MIpymes (micro, pequeñas y medianas empresas) en Chile, junto con 6 recomendaciones de política pública orientadas a reducir aquellas barreras legales definidas como innecesarias y/o ineficientes, contiene esta investigación.
El presidente de la CNP, Raphael Bergoeing, explicó que el objetivo de la misma “es que las propuestas ayuden a disminuir las trabas regulatorias observadas, las que a través de extensos plazos de tramitación o elevados costos de cumplimiento, están afectando tanto el inicio como el desarrollo de las operaciones de las MIpymes en Chile”.
Agregó que de acuerdo al análisis realizado, “las Mipymestienen grandes dificultades para enfrentar la regulación y particularmente para el proceso de obtención de permisos, incluso básicos, situación que es una barrera sobre todo para las empresas más pequeñas. Esta realidad se hace aún más severa en un contexto de pandemia, donde en menos de un año han desaparecido más de 100.000 Mipymes a causa del Covid-19”.
HALLAZGOS Y RECOMENDACIONES
El director jurídico de la CNP y coordinador de esta investigación, Cristián Romero, indicó que gran parte de la información se obtuvo mediante el análisis de numerosa evidencia cuantitativa. En ese sentido, detalló que se recopilaron más de 5 millones de registros del Servicio de Impuestos Internos (SII) de empresas activas desde 2005 a la fecha, determinándose que el 98% de ellas corresponde a Mipymes, con una participación de 62% para micro, 30% para pequeñas y 6% para medianas.
Asimismo especificó que se revisaron datos correspondientes a los permisos sanitarios de mayor relevancia para este tipo de empresas, “lo que implicó la identificación de más de 215 mil trámites, que corresponden al total de autorizaciones de alimentos; informes sanitarios y calificaciones industriales otorgadas en los últimos 3 años en todo el país. En materia de autorizaciones de funcionamiento municipal, se efectuó un levantamiento de más de 200 mil de ellas, otorgadas en 54 comunas a lo largo de todo Chile desde el 2017, e incluyendo el 2021”.
Puntualizó que el análisis de los datos determinó que “una microempresa requiere, en promedio, entre 6 y 7 meses para obtener todos los permisos que le permitan iniciar su funcionamiento, mientras las pymes se demoran entre 1 y 1 año y medio. Esta dificultad en obtener la autorización para comenzar a operar, es la razón por la cual más del 80% de las empresas pequeñas operan sin autorización de funcionamiento municipal”.
El documento también puntualiza que, de aquellas empresas que hicieron iniciación de actividades ante el SII, el porcentaje que finalmente obtuvo autorización de funcionamiento municipal se relaciona directamente con el tamaño de éstas, ya que 13%; fueron micro, 18% pequeñas,30% medianas 90% grandes.
A su vez la CNP identificó elementos comunes para entender esta realidad. En primer lugar, la poca claridad tanto en el objetivo como en los requisitos para obtener los permisos, que hacen compleja la tarea de entender la normativa tanto a los emprendedores como a los funcionarios públicos a la hora de aplicarla. A ello se suma la falta de armonización de las diversas regulaciones, incentivando descoordinaciones entre servicios públicos. Finalmente y si bien se han apreciado avances para simplificar algunos aspectos del proceso de obtención de permisos, en general las iniciativas que han buscado hacerlo sólo enfocándose en el tamaño de las empresas, han sido poco eficaces.
Para hacerse cargo de los problemas identificados, Cristián Romero detalló que se proponen tres categorías de recomendaciones. Inicialmente, el rediseño de permisos clave para el inicio de operaciones de Mipimes, concentrándose en otorgar certeza en cuanto a sus fundamentos y requisitos. Ello implica modificar el informe sanitario y la autorización de funcionamiento municipal. En ambos casos, precisando con claridad su objeto de protección, para luego simplificar su tramitación, de manera de otorgar claridad y previsibilidad tanto a los emprendedores que los requieren, como a los funcionarios que deben otorgarlos.
“Por otro lado, contar con información de mejor calidad para apoyar tanto a los emprendedores en el proceso de poner en marcha sus proyectos, como a los servicios públicos, a fin de contar con evidencia que permita identificar de manera permanente los espacios de mejora, tanto en los procesoscomo en la normativa aplicable. Para ello se propone desarrollar guías que faciliten la tramitación por parte de losemprendedores, incorporando los permisos más utilizados, así como sus requisitos de tramitación y otorgamiento”.
Señaló además que, se hace necesario armonizar diversas normativas sectoriales requeridas para los emprendimientos Mipime, a fin de facilitar la coordinación de las diversas entidades involucradas en la evaluación de un mismo tipo de proyecto.
Finalmente aseveró que es clave optimizar la disponibilidad de información a nivel municipal en relación a los permisos otorgados, de manera de permitir un mejor seguimiento y evaluación del proceso.
Fuente: CNC.
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