top of page
CENA 2025.jpg

ā €


ree

En julio asumió la responsabilidad de encabezar nuestro gremio a nivel nacional, en momentos en que la pandemia ha implicado un desafío extra para la asociatividad y el desarrollo del sector. Pero su trayectoria gremial e industrial lo avalan, así como el apoyo de sus colegas de Indupan, entidad en la que ha trabajado como director en los últimos 6 años.


Como muchos industriales de nuestro sector, ā€œnaciĆ³ā€ en una panaderĆ­a. En su caso, en Rengo. AllĆ­ su padre Galvarino se hizo socio de su hermano Oseas, quien vio una oportunidad de emprender e instaló una empresa en la que invitó a trabajar a sus hermanos.


Y comenzó desde abajo. Primero como repartidor, luego como mayordomo, posteriormente como administrador y finalmente como socio de ese negocio, llamado La Fresia. Al cabo de un tiempo, ambos hermanos instalaron la panaderĆ­a ā€œAnexa Patriaā€, entre los aƱos 1963 y 1964, en calle San Ignacio de Santiago Centro. DespuĆ©s formaron ā€œLa Famaā€ y tuvieron otra en Gran Avenida. Sin embargo, debido a una estafa de la que fue vĆ­ctima, don Galvarino dejó el negocio y se alejó el rubro.


Tres aƱos mĆ”s tarde, al final de 1968, levantó con su esposa una fĆ”brica de empanadas en la Villa OlĆ­mpica, donde tuvieron mucho Ć©xito. Para 1972 se trasladaron a vivir detrĆ”s de la panaderĆ­a RĆ©cord, que tenĆ­an en Franklin. Fue solo un aƱo, pero fue allĆ­ donde Marcelo GĆ”lvez tuvo un acercamiento determinante con la panaderĆ­a. ā€œDescubrĆ­ un mundo nuevo; la leƱera y el salón, donde sólo se hablaba mapuche. A veces jugĆ”bamos en la panaderĆ­a, que era muy grande. AtrĆ”s hasta habĆ­a un caballo. TenĆ­a su pesebrera. Todo era distintoā€, recuerda.


Por la presión de los niƱos, que habĆ­an dejado atrĆ”s sus amistades, la familia retornó a la Villa OlĆ­mpica. ā€œPero las cosas no estuvieron bien. Las difĆ­ciles condiciones del paĆ­s obligaron a mi padre a entregar la panaderĆ­a RĆ©cord. Posteriormente quebró la fĆ”brica de empanadasā€.


Don Galvarino arrendó entonces una panaderĆ­a cerrada, en San Pablo con Las Rejas. ā€œLe colocó el nombre de mi hermana, Romy. Mis padres estaban separados y mi mamĆ” se habĆ­a llevado a mis hermanos. Entonces me tocó colaborar. La cajera tenĆ­a epilepsia, asĆ­ que cada vez que a ella le daba una crisis, yo tenĆ­a que reemplazarla en la caja. AdemĆ”s, en ese perĆ­odo tambiĆ©n ayudĆ© a elaborar pan de pascua (ovillaba) y acompaƱaba en el reparto a mi padreā€.


Pero sus planes no eran desempeƱarse en el rubro. Pensaba ser kinesiólogo o integrarse a la Fuerza AĆ©rea. No imagina que la vida le deparaba otra cosa…

Sus padres reiniciaron su matrimonio y en el año 1980 compraron la panadería Egaña, en Peñalolén. Marcelo terminó el colegio e ingresó a estudiar tecnología en alimentos. Pero no le gustó y se cambió a educación física. Su padre se enfermó y tuvo que compatibilizar el último año de carrera con el trabajo de la panadería. Se recibió y desde ese momento (1986) se dedicó 100% al negocio. Tuvo que apoyar, ya que sus padres habían tenido otros dos hijos pequeños.


En ese tiempo, su madre lo inscribió en la nueva carrera que habĆ­a instaurado Inacap (TĆ©cnico en Administración en PanaderĆ­a) por iniciativa del gremio. ā€œDuraba dos aƱos. Era una carrera teórico- prĆ”ctica. AprendĆ­ a hacer distintos tipos de panes. Abordaba materias de higiene, ley laboral, administración, etc. Varios panaderos que conozco la cursaron. Lamentablemente, despuĆ©s de unos 4 aƱos, el instituto la cerrĆ³ā€, recuerda.

Si bien ya era el administrador de la panadería desde 1989, fue en 1995 cuando tuvo que asumir la responsabilidad completa, ya que su padre falleció.


LA PANADERƍA


Recuerda que cuando llegó a administrar la panaderĆ­a, se vendĆ­a mucho abarrote, con un margen muy malo. Su madre hasta vendĆ­a agujas y remedios. ā€œYo venĆ­a con todas las energĆ­as y eliminĆ© eso. Puse un autoservicio en el pan. Tiene que haber sido una de las primeras panaderĆ­as que tuvo cafeterĆ­a, donde se vendĆ­an empanadas, sĆ”ndwiches simples y cafĆ©s. Ya por el aƱo 2000 dĆ”bamos desayunosā€, explica.

QuerĆ­a hacer algo distinto, diferenciarse. ā€œEl gran problema de la panaderĆ­a es que tienes que estar en muchos frentes. Entonces es difĆ­cil innovar. El reparto te da volumen, pero te quita mucho tiempo. Ante eso, debes elegir entre el reparto o hacer algo mĆ”s gourmetā€.


ACTIVIDAD GREMIAL


En los aƱos 90 dio sus primeros pasos en la actividad gremial. En ese entonces tenƭa una heladerƭa en el local vecino a la panaderƭa, y ahƭ se reunƭa con otros colegas panaderos del sector para compartir problemas, experiencias y planes. En 1996 lo invitaron a ser director de Indupan Santiago y lo hizo hasta el 2008.

El 2015 regresó a ese cargo, siendo clave su aporte en el lanzamiento de la Escuela de Panadería de Indupan. En ella, junto a la colaboración de varias industrias proveedoras, se capacitó a muchos trabajadores de empresas socias y a nuevos emprendedores del sector.


Ha sido ademÔs un gran aporte en el desarrollo del concurso La Mejor Marraqueta, siendo varias veces presidente el jurado, con lo que asumió la vocería ante la prensa en el evento de premiación.


En el 2016 escribió (junto a José YÔñez y Lucio Fraile), el libro Siglo XX: Historia de Nuestra Panadería, que se ha convertido en un documento indispensable para conocer el desarrollo de la industria en Chile.


NUEVO ROL


¿CuÔles es su plan de trabajo como presidente de Fechipan?

BÔsicamente abordar tres 3 ejes: La participación de las asociaciones, para que se refleje lo que necesita y quiere cada asociado, recabando información y canalizÔndola de manera adecuada.

Innovación, con el foco en la elaboración de productos que estén acorde con las nuevas tendencias, con una visión saludable. Es decir, que el pan sea sinónimo de salud. Y, por último, la comunicación y difusión. O sea, que la información que seamos capaces de producir llegue clara y rÔpidamente a cada socio, para que realmente sea una herramienta para su empresa.


¿La pandemia obliga a tener algunos énfasis especiales en la gestión?

Sí, el énfasis prioritario es la salud de las personas. Primero ayudando a cada socio a cumplir con los protocolos emanados desde el Minsal y luego transmitiendo a las autoridades las inquietudes de nuestro sector, para poder adecuarnos de manera óptima a esas normas.


¿Qué trabajo espera realizar con las asociaciones regionales?

Los liderazgos han cambiado, son mÔs participativos e inclusivos y requieren un mayor compromiso de cada asociación. Lo que nos toca como dirigentes es encauzar estas manifestaciones y concretarlas.


¿Por qué cree que hoy es importante estar al interior del gremio?

Hoy, mañana y siempre serÔ importante pertenecer a un gremio. Es el lugar en común donde podemos encontrar soluciones a problemÔticas parecidas, donde siempre aprenderemos algo de un colega.


¿CuÔl debe ser el rol de los socios de cada asociación?

Debe ser activo y participativo, sobre todo en estos tiempos en que, a travƩs de la web, podemos hacer valer nuestras opiniones. Los dirigentes no tienen las respuestas para todo, por lo que los socios deben aportar soluciones a las problemƔticas comunes.


¿Cómo ve el presente y el futuro de las panaderías tradicionales?

Creo que siempre va a existir la panaderĆ­a tradicional, rescatando su compromiso con la calidad de los productos… Ya estamos viendo cómo la panaderĆ­a se ha transformado poco a poco en el concepto llamado Bakery, panaderĆ­a de confección de alta calidad (masa madre, diferentes y variados tipos de productos, etc.), pastelerĆ­a, pastelerĆ­a salada y cafeterĆ­a.



PANARTE © 2021
Revista de panadería y pastelería
en Chile por INDUPAN

Web by
 Pictórica.

Suscríbete gratis

Gracias por suscribirte!

​Síguenos

bottom of page