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- Rafael Urra
- 3 ago 2021
- 5 Min. de lectura

En julio asumió la responsabilidad de encabezar nuestro gremio a nivel nacional, en momentos en que la pandemia ha implicado un desafĆo extra para la asociatividad y el desarrollo del sector. Pero su trayectoria gremial e industrial lo avalan, asĆ como el apoyo de sus colegas de Indupan, entidad en la que ha trabajado como director en los Ćŗltimos 6 aƱos.
Como muchos industriales de nuestro sector, ānacióā en una panaderĆa. En su caso, en Rengo. AllĆ su padre Galvarino se hizo socio de su hermano Oseas, quien vio una oportunidad de emprender e instaló una empresa en la que invitó a trabajar a sus hermanos.
Y comenzó desde abajo. Primero como repartidor, luego como mayordomo, posteriormente como administrador y finalmente como socio de ese negocio, llamado La Fresia. Al cabo de un tiempo, ambos hermanos instalaron la panaderĆa āAnexa Patriaā, entre los aƱos 1963 y 1964, en calle San Ignacio de Santiago Centro. DespuĆ©s formaron āLa Famaā y tuvieron otra en Gran Avenida. Sin embargo, debido a una estafa de la que fue vĆctima, don Galvarino dejó el negocio y se alejó el rubro.
Tres aƱos mĆ”s tarde, al final de 1968, levantó con su esposa una fĆ”brica de empanadas en la Villa OlĆmpica, donde tuvieron mucho Ć©xito. Para 1972 se trasladaron a vivir detrĆ”s de la panaderĆa RĆ©cord, que tenĆan en Franklin. Fue solo un aƱo, pero fue allĆ donde Marcelo GĆ”lvez tuvo un acercamiento determinante con la panaderĆa. āDescubrĆ un mundo nuevo; la leƱera y el salón, donde sólo se hablaba mapuche. A veces jugĆ”bamos en la panaderĆa, que era muy grande. AtrĆ”s hasta habĆa un caballo. TenĆa su pesebrera. Todo era distintoā, recuerda.
Por la presión de los niƱos, que habĆan dejado atrĆ”s sus amistades, la familia retornó a la Villa OlĆmpica. āPero las cosas no estuvieron bien. Las difĆciles condiciones del paĆs obligaron a mi padre a entregar la panaderĆa RĆ©cord. Posteriormente quebró la fĆ”brica de empanadasā.
Don Galvarino arrendó entonces una panaderĆa cerrada, en San Pablo con Las Rejas. āLe colocó el nombre de mi hermana, Romy. Mis padres estaban separados y mi mamĆ” se habĆa llevado a mis hermanos. Entonces me tocó colaborar. La cajera tenĆa epilepsia, asĆ que cada vez que a ella le daba una crisis, yo tenĆa que reemplazarla en la caja. AdemĆ”s, en ese perĆodo tambiĆ©n ayudĆ© a elaborar pan de pascua (ovillaba) y acompaƱaba en el reparto a mi padreā.
Pero sus planes no eran desempeƱarse en el rubro. Pensaba ser kinesiólogo o integrarse a la Fuerza AĆ©rea. No imagina que la vida le deparaba otra cosaā¦
Sus padres reiniciaron su matrimonio y en el aƱo 1980 compraron la panaderĆa EgaƱa, en PeƱalolĆ©n. Marcelo terminó el colegio e ingresó a estudiar tecnologĆa en alimentos. Pero no le gustó y se cambió a educación fĆsica. Su padre se enfermó y tuvo que compatibilizar el Ćŗltimo aƱo de carrera con el trabajo de la panaderĆa. Se recibió y desde ese momento (1986) se dedicó 100% al negocio. Tuvo que apoyar, ya que sus padres habĆan tenido otros dos hijos pequeƱos.
En ese tiempo, su madre lo inscribió en la nueva carrera que habĆa instaurado Inacap (TĆ©cnico en Administración en PanaderĆa) por iniciativa del gremio. āDuraba dos aƱos. Era una carrera teórico- prĆ”ctica. AprendĆ a hacer distintos tipos de panes. Abordaba materias de higiene, ley laboral, administración, etc. Varios panaderos que conozco la cursaron. Lamentablemente, despuĆ©s de unos 4 aƱos, el instituto la cerróā, recuerda.
Si bien ya era el administrador de la panaderĆa desde 1989, fue en 1995 cuando tuvo que asumir la responsabilidad completa, ya que su padre falleció.
LA PANADERĆA
Recuerda que cuando llegó a administrar la panaderĆa, se vendĆa mucho abarrote, con un margen muy malo. Su madre hasta vendĆa agujas y remedios. āYo venĆa con todas las energĆas y eliminĆ© eso. Puse un autoservicio en el pan. Tiene que haber sido una de las primeras panaderĆas que tuvo cafeterĆa, donde se vendĆan empanadas, sĆ”ndwiches simples y cafĆ©s. Ya por el aƱo 2000 dĆ”bamos desayunosā, explica.
QuerĆa hacer algo distinto, diferenciarse. āEl gran problema de la panaderĆa es que tienes que estar en muchos frentes. Entonces es difĆcil innovar. El reparto te da volumen, pero te quita mucho tiempo. Ante eso, debes elegir entre el reparto o hacer algo mĆ”s gourmetā.
ACTIVIDAD GREMIAL
En los aƱos 90 dio sus primeros pasos en la actividad gremial. En ese entonces tenĆa una heladerĆa en el local vecino a la panaderĆa, y ahĆ se reunĆa con otros colegas panaderos del sector para compartir problemas, experiencias y planes. En 1996 lo invitaron a ser director de Indupan Santiago y lo hizo hasta el 2008.
El 2015 regresó a ese cargo, siendo clave su aporte en el lanzamiento de la Escuela de PanaderĆa de Indupan. En ella, junto a la colaboración de varias industrias proveedoras, se capacitó a muchos trabajadores de empresas socias y a nuevos emprendedores del sector.
Ha sido ademĆ”s un gran aporte en el desarrollo del concurso La Mejor Marraqueta, siendo varias veces presidente el jurado, con lo que asumió la vocerĆa ante la prensa en el evento de premiación.
En el 2016 escribió (junto a JosĆ© YƔƱez y Lucio Fraile), el libro Siglo XX: Historia de Nuestra PanaderĆa, que se ha convertido en un documento indispensable para conocer el desarrollo de la industria en Chile.
NUEVO ROL
¿CuÔles es su plan de trabajo como presidente de Fechipan?
BÔsicamente abordar tres 3 ejes: La participación de las asociaciones, para que se refleje lo que necesita y quiere cada asociado, recabando información y canalizÔndola de manera adecuada.
Innovación, con el foco en la elaboración de productos que estén acorde con las nuevas tendencias, con una visión saludable. Es decir, que el pan sea sinónimo de salud. Y, por último, la comunicación y difusión. O sea, que la información que seamos capaces de producir llegue clara y rÔpidamente a cada socio, para que realmente sea una herramienta para su empresa.
¿La pandemia obliga a tener algunos énfasis especiales en la gestión?
SĆ, el Ć©nfasis prioritario es la salud de las personas. Primero ayudando a cada socio a cumplir con los protocolos emanados desde el Minsal y luego transmitiendo a las autoridades las inquietudes de nuestro sector, para poder adecuarnos de manera óptima a esas normas.
¿Qué trabajo espera realizar con las asociaciones regionales?
Los liderazgos han cambiado, son mÔs participativos e inclusivos y requieren un mayor compromiso de cada asociación. Lo que nos toca como dirigentes es encauzar estas manifestaciones y concretarlas.
¿Por qué cree que hoy es importante estar al interior del gremio?
Hoy, mañana y siempre serÔ importante pertenecer a un gremio. Es el lugar en común donde podemos encontrar soluciones a problemÔticas parecidas, donde siempre aprenderemos algo de un colega.
¿CuÔl debe ser el rol de los socios de cada asociación?
Debe ser activo y participativo, sobre todo en estos tiempos en que, a travƩs de la web, podemos hacer valer nuestras opiniones. Los dirigentes no tienen las respuestas para todo, por lo que los socios deben aportar soluciones a las problemƔticas comunes.
ĀæCómo ve el presente y el futuro de las panaderĆas tradicionales?
Creo que siempre va a existir la panaderĆa tradicional, rescatando su compromiso con la calidad de los productos⦠Ya estamos viendo cómo la panaderĆa se ha transformado poco a poco en el concepto llamado Bakery, panaderĆa de confección de alta calidad (masa madre, diferentes y variados tipos de productos, etc.), pastelerĆa, pastelerĆa salada y cafeterĆa.
