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ĀæCĆ³mo y dĆ³nde nace el pan?



El verdadero origen de este noble y trascendental producto para la alimentaciĆ³n humana sigue siendo un tema de debate, estudio y anĆ”lisis a nivel global.


Una investigaciĆ³n publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences y sustentada en evidencia arqueolĆ³gica encontrada en Jordania, determinĆ³ que la presencia de ciertos de restos de comida carbonizada en la zona denominada Shubayqa, ubicada en el Desierto Negro (Noreste de Jordania), demuestra que cereales silvestres primitivos como la cebada, el trigo y la avena se molieron, tamizaron y amasaron antes de cocinarlos para su consumo. Con este antecedente, se especula que la preparaciĆ³n de productos similares al pan data de 14.400 aƱos.Ā 

Estos restos de alimentos fueron muy similares al pan Ć”cimo o pan cenceƱo, denominaciĆ³n empleada para referirse a los panes elaborados sin levadura, identificado en varios sitios neolĆ­ticos y romanos en Europa y Asia, entre los que destacan los hallazgos en la zona de ƇatalhƶyĆ¼k (TurquĆ­a), los que tendrĆ­an aproximadamente 9.000 aƱos de antigĆ¼edad.

Con posterioridad a esa Ć©poca, el pan comienza su propia evoluciĆ³n, siendo un importante actor para las culturas que integraron el conjunto de comunidades mesopotĆ”micas, las que lo produjeron a base de una mezcla de diversos cereales silvestres, obteniendo como resultado una especie de galleta que era consumida con otros alimentos segĆŗn la clase social a la que pertenecĆ­an las personas. Las clases mĆ”s bajas lo comĆ­an solo o con cebollas, mientras las clases acomodadas lo disfrutaban con pastas de verduras, cortes de carnes o frutas.

Luego, en el 6.000 a. C., algunos de estos grupos empezaron a elaborar pan con un sistema similar al empleado actualmente: Con fases bien diferenciadas de amasado, calentamiento y cocciĆ³n, para lo cual empleaban cenizas como elemento generador de calor. Gracias a esto, el pan comenzĆ³ a popularizarse por toda la regiĆ³n comprendida entre los rĆ­os Tigris y Ɖufrates, dando lugar a la apariciĆ³n de incipientes panaderos y a un mercado establecido que vendĆ­a este producto en forma masiva, valiĆ©ndose de medidas de capacidad.

Pero sin lugar a dudas, uno de los principales hitos se produjo en la regiĆ³n de Sumeria, en el perĆ­odo Yemdet Nasr, etapa arqueolĆ³gica de la historia de Mesopotamia comprendida entre el 3.200 a.C. y el 3.000 a.C., cuando los sumerios enseƱaron a los egipcios a elaborar pan. De esta forma adoptaron el conocimiento y, tras un periodo de ensayo y error, comenzaron a sistematizar y mejorar los procesos de panificaciĆ³n adquiridos, incorporando la fermentaciĆ³n al utilizar masas contaminadas con las levaduras de la fabricaciĆ³n de la cerveza.

La importancia que los egipcios dieron a la elaboraciĆ³n y consumo del pan y a la recolecciĆ³n de los cereales, se puede distinguir a travĆ©s de numerosos jeroglĆ­ficos y mediante las tres divisiones que realizaron a su propio calendario anual: Ajet (inundaciĆ³n), peret (siembra) y shemu (recolecciĆ³n).

Asimismo, cabe seƱalar que lo usaron como una moneda de pago alternativa, que era oficial para jornaleros o campesinos, incluyendo tambiƩn en ello a la cerveza (tres panes y dos cƔntaros de cerveza era la medida utilizada).

De esta manera, el pan se transformĆ³ en un alimento bĆ”sico y de gran relevancia para Egipto, apareciendo representado en los bajorrelieves de la tumba de RamsĆ©s III, que entregan descripciones claras sobre la forma en que se realizaban las labores de panaderĆ­a. AsĆ­, consideraban aspectos acerca de cĆ³mo se trabajaba la masa con las manos y con los pies, cĆ³mo habĆ­a un cuidado especial en hacer las porciones de pan lo mĆ”s similares posibles, cĆ³mo se preparaban las cenizas y las brasas y cĆ³mo se construĆ­a y cuidaba un horno.

Por Ćŗltimo, existen mĆŗltiples evidencias que demuestran que las clases bajas egipcias consumĆ­an exclusivamente un tipo de pan tosco, ya que el refinamiento de harina era escaso y su producciĆ³n estaba destinada a la familia del faraĆ³n, los sacerdotes y las clases altas. A su vez, algunos papiros encontrados en la zona de Guiza dan cuenta de que los mĆ©dicos medĆ­an la salud en funciĆ³n del nivel de apetito de pan que tenĆ­a los pacientes.


Fuente: RecopilaciĆ³n de obras histĆ³ricas.


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