El camino a la consolidación de Alimentos Próximo

Haciendo foco en pilares como la calidad, sostenibilidad y alianzas estratégicas, esta empresa familiar busca consolidarse como el proveedor de pan soft más relevante de Chile. Para 2026 proyectan un cambio de planta que apuntalaría aún más su crecimiento.

En un mercado como el panadero donde la tradición pesa tanto como la innovación, Alimentos Próximo está batiendo marcas que empujan al optimismo: sus ventas en kilos de enero a mayo de 2025 fueron un 71% superiores respecto a los mismos meses del año pasado. Todo sin renunciar ni a la calidad ni al alma de su pan.

Fundada en medio de una crisis empresarial de sus socios, la compañía nació como una apuesta por los “locales de proximidad”, pero terminó convirtiéndose en uno de los jugadores más relevantes de pan soft envasado -con un catálogo que va desde el hot dog hasta opciones para coctelería y focaccias- con presencia en todo el país, de Arica a Punta Arenas. Hoy abastecen tanto a retailers como a panaderías independientes y restaurantes, e incluso fabrican marcas blancas para grandes cadenas.

“En Chile ya te comiste un completo Próximo, aunque no lo sepas”, dice orgulloso Daniel González, su director comercial. La afirmación no es una metáfora: su pan de hot dog es vendido en importantes supermercados como Líder o Tottus, aunque el nombre no figure a la vista.

“El gran desafío ha sido combinar procesos industriales con el alma del panadero tradicional”, explica. La clave, según este ejecutivo, está en no transar los tiempos de fermentación, la calidad de los ingredientes ni el estándar sanitario.

De hecho, Alimentos Próximo opera bajo la norma IFS Food, una exigente certificación de seguridad alimentaria que “abre todas las puertas”. González explica que hoy “ningún supermercado necesita venir a revisar nuestra planta. Con ver nuestro certificado les basta”.

El desarrollo de la empresa ha sido tal, que su fábrica ya bordea la máxima capacidad operativa -trabajan al 75% de su jornada en turnos blancos, es decir, cuando el trabajador está presente pero no realiza tareas productivas porque no hay faena, producción o actividad programada-, por lo que proyectan una nueva infraestructura para sostener el crecimiento a dos años plazo.

Oferta y consumo

Más que un producto, acá entienden a este alimento como uno en constante evolución. “Somos prácticamente los únicos que hacemos pan de colores para cumpleaños, eventos y matrimonios. Incluso lanzamos un pan de dos metros de largo para una activación en vivo”, cuenta el director comercial de Alimentos Próximo. Esa capacidad de observar las ocasiones de consumo y diseñar para ellas ha sido parte de la estrategia de diferenciación.

En un país donde el consumo per cápita supera los 90 kilos anuales, la panadería no es solo parte de la cultura, es partícipe de un negocio estable y consistente. Pero también es un espacio en disputa, donde los locales tradicionales conviven con soluciones industriales, nuevos hábitos alimenticios y el auge de alternativas más funcionales y saludables.

Alimentos Próximos apuesta, precisamente, por ese cruce. “Queremos un pan más nutritivo y funcional, sin perder lo noble del producto. Así como el huevo pasó de ser satanizado a elogiado, el pan también tiene una historia que defender”, afirma Daniel González.

Sustentabilidad y alianzas

La sostenibilidad no es un eslogan para esta compañía con sede en Huechuraba, pues son parte activa del programa Acuerdos de Producción Limpia del Ministerio del Medio Ambiente y además participan en el ecosistema de reciclaje de envases. Asimismo, planean implementar energía solar en sus operaciones, con la vista puesta en reducir su huella de carbono de aquí al 2030. 

En ese sentido, el ejecutivo de Alimentos Próximo cree que la única forma de crecer es cooperando. “Tenemos alianzas con panaderías para que puedan ofrecer surtido sin tener que hacer ellos todo, y también con otros productores del rubro para compartir distribución y logística. Ya no se trata de competir, sino de colaborar para mejorar costos y calidad”, sostiene González.