El pan que compartimos con
Este destacado chef pastelero divide su tiempo entre la docencia y su propio negocio, “Roberto Muñoz Patisserie”, el que desea posicionar como una de las mejores pastelerías de nuestro país y aspira a que sea reconocida a nivel mundial. En el terreno de la competición, ha representado a Chile en el Trophée Passion organizado por la Academie Culinaire de France, donde consiguió el premio al mejor postre.
“El recuerdo es la presencia invisible”; así predica una de las frases célebres que nos dejó Víctor Hugo, novelista francés del Siglo XIX. Es tan cierta, sobre todo cuando conocemos a personas como Roberto Muñoz, quien muestra todo el cariño cuando comenta que cada vez que trabaja con algún producto lácteo y siente su aroma, viene a su mente (y corazón) su infancia en San Fernando, cuando le ayudaba a su abuelo a repartir leche en un carretón.
Desde aquella niñez en el sur del país, comenta que el pan es algo esencial que no puede faltar en la mesa de su familia. “Desde niño vi cómo se hacía en casa y muchas veces ayudaba a elaborarlo, hasta que aprendí a hacerlo y lo disfruto mucho. Es una comida tan noble, que va bien con todo. Recuerdo que cuando en casa quedaba el pan de días pasados, se venía lo mejor: el colegial que a mi mamá le quedaba riquísimo”.
Este destacado chef repostero ha recorrido un exitoso camino. Resaltó en la pastelería de reconocidos lugares; entre ellos, el Hotel Sheraton Miramar, el Hotel Boutique Casa Higueras y el Renaisance Santiago Hotel. Pero también ha representado a Chile en torneos mundiales, en 3 ocasiones: En el Trophée Passion organizado por la Academie Culinaire de France, formando parte del equipo nacional que conquistó la Copa Maya de Pastelería en 2016 y en la Copa del Mundo de Pastelería celebrada al año siguiente. Es así como recibió el primer lugar a nivel mundial del menú de postres y el segundo del menú caliente.
Pero indica que el mayor logro profesional es tener su propio local, por el cual siempre trabajó desde que tomó la decisión de ser pastelero. “Roberto Muñoz Patisserie” comenzó como una tienda online y en 2021 se transformó en un local físico en Providencia, donde junto a su equipo deleitan a los clientes con clásicos de la repostería gala. Nos cuenta que tener un nombre que exprese calidad es el resultado de trabajar de forma correcta, con materias primas de buena calidad, lo que permite contar con un buen currículo. “Me considero exitoso cuando hago presentaciones o doy masterclass de pastelería en regiones o Santiago. La gente me dice que soy un referente y me llena ser un ejemplo para las nuevas generaciones”.
Precisamente ese espíritu inspirador lo motivó a comenzar sus labores como docente en Inacap, casa de estudios que lo recibió como exalumno y le permitió comenzar esta actividad con la que transmite experiencias: “Me gusta apoyar a las personas que me siguen y a los futuros pasteleros”.Amante del chocolate -tanto en el trabajo como fuera de él- recuerda que decidió estudiar Gastronomía en Curicó durante la enseñanza media, dejando de lado su otra opción, la Escuela de Policía de Investigaciones. Esto ya es historia, pero hoy mira su pasado con orgullo y pasión. Al respecto, dice: “Es tan gratificante ver lo logrado; es mi sueño de vida. Me retribuye ver a las personas que llegan, que disfrutan y que se van felices. A todo el equipo nos llena el corazón los buenos comentarios, sobre todo en las festividades, como el 14 de Febrero o el Día de la Madre, porque es un trabajo integral”.
Sobre lo que son las nuevas tendencias en pastelería, pensando en clientes con restricciones nutricionales, confiesa que al comienzo se resistió un poco a cambiar los insumos básicos, pero se puso en el lugar de las personas que no pueden consumir ciertos alimentos y comenzó a investigar cómo hacer un pastel con las mismas características, reemplazando ciertos ingredientes y es así como hoy cuentan con productos certificados e inclusivos, que son para todos.
Mirando el futuro, nos dice que siempre hay planes; entre ellos, seguir creciendo y expandiéndose, “con foco en que nuestra marca se posicione como una de las mejores pastelerías de nuestro país y sea reconocida a nivel mundial”. En ese sentido, se inspira bastante en lo que realiza el chef francés Jeffrey Cagnes, quien tiene una pastelería donde maneja las técnicas clásicas con toques modernos, muy similar a lo que buscan hacer en “Roberto Muñoz Patisserie”.
A su vez, recuerda con mucho cariño a la desaparecida chef Daniela Pizarro, quien fue una reconocida alumna, docente e instructora de INACAP, por cerca de 25 años: “Una de las personas que siempre me motivó a ser mejor. Su recuerdo, enseñanza y su afán por siempre hacer las cosas bien, las llevo en mi corazón”.
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