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Mes de la cocina chilena



Descubre los sabores de Chile, desde las emblemáticas empanadas y el tradicional curanto, hasta los dulces de La Ligua y la clásica tortilla de rescoldo.

Cada 15 de abril celebramos el Día de la Cocina Chilena para homenajear un patrimonio gastronómico único e inigualable. Aunque a estas alturas y dadas las numerosas preparaciones que nos caracterizan, más vale contemplar el mes entero para tener la opción de probar (por parte de los clientes) y promocionar (por parte de la industria de alimentos), todas las alternativas que ofrece nuestra generosa y variada cocina. 


El festejo tiene como finalidad motivar el aprendizaje sobre la cultura gastronómica nacional, prolongar las tradiciones, saber un poco más de las historias detrás de los sabores y tener un acercamiento a las raíces de la chilenidad. El mismo se conmemora desde el año 2009, cuando se buscó llamar la atención de los compatriotas sobre la cocina criolla, a fin de recuperar el orgullo por nuestros orígenes en torno a lo que es el recetario popular.





Vale decir que las preparaciones típicas de nuestra nación cuentan con características particulares debido al clima, agricultura, ingredientes e insumos que sea dan en los diferentes territorios a lo largo y ancho del país. Y en este recorrido por los alimentos que nos identifican, la panadería tiene bastante que decir, dado que muchos de sus productos hacen que Chile se convierta en algo inolvidable para quienes los prueban.

Por eso, es momento de utilizar este elemento como una estrategia de marketing y ventas para potenciar aquello que identifica a la panadería artesana local, resaltando de paso, todas las bondades y elementos distintivos que la sitúan con un alto grado de cercanía entre los amantes de la buena mesa.


En ese contexto, bien vale repasar parte del enorme listado de platos y productos que conforman la riqueza gastronómica de Chile y que se identifican, más allá de sus orígenes, con los gustos populares. Esto, partiendo por los que podemos y debemos destacar desde el sector panadero. 


Marraqueta

Un ícono indiscutible de la cocina nacional, reconocido e identificado con Chile en todo el mundo. De forma ovalada y con una corteza dorada y crujiente, este pan se ha convertido en el favorito de la población, dada su gran versatilidad que lo posiciona como el compañero perfecto para el desayuno y las onces familiares, además de ser el acompañante ideal para complementar la degustación de distintos platos. 


Empanadas

Un clásico imperdible, con particulares características según la región en que se consuman. Fritas o de horno, con mariscos, vegetales, queso o diferentes proteínas. Sin duda, la más típica es la de pino, rellena de carne, huevo duro, cebolla, aceitunas y pasas.


Chilenitos

Con una extensa trayectoria de vida, estos pasteles artesanales son una verdadera joya culinaria que cautiva por su dulzura y sencilla elaboración. Disponibles en diferentes formatos y tamaños, los más requeridos son el Príncipe Blanco, el Empolvado, el Chilenito, la Almeja y el Cachito. 


Tortilla de Rescoldo

Una preparación tradicional que consiste en una mezcla de harina, agua y sal, cuyo proceso de cocción se realiza a las brasas o rescoldos de un fogón, otorgándole un característico sabor y textura. Sus propiedades lo vuelven un alimento ideal para disfrutarlo con pebre o simplemente untado con mantequilla. 


Pan amasado

Es una de las variedades de pan más populares en Chile, sobre todo en zonas rurales o de playa. Se trata de un pan cocido al horno, que se caracteriza por tener una corteza crujiente y una miga esponjosa y suave. Se suele acompañar con queso, mantequilla o jamón. Se dice que fue introducido en Chile por los españoles durante el siglo XVI, y que desde entonces ha sido uno de los alimentos básicos de la dieta nacional. 


Dobladitas

Este pan, 100% chileno, fue desprestigiado en su momento por la cantidad de manteca que lleva, pero se resiste a abandonar las preferencias de los consumidores nacionales. Su origen se remonta a la época de la Colonia y se elaboraba a partir de la masa que sobraba al hacer las empanadas, la que se “doblaba” en forma de triángulo y se metía al horno.


Pan de huevo

Característico de los veranos en las zonas costeras del litoral central, este pan semi dulce se prepara a base de harina, azúcar, manteca, yemas, levadura y leche o agua tibia. Es especialmente suave y esponjoso, de fácil y rápida elaboración.


A su vez, no podemos dejar de mencionar un importante número de platillos que los chilenos disfrutamos en distintas épocas del año y en función de los ingredientes disponibles. Entre los más destacados encontramos el pastel de choclo, la humita, el ajiaco, la cazuela, el curanto con chapalele, los camarones al pil-pil, el chupe de locos, el ceviche de piure, los choritos al vapor, la ensalada a la chilena, los porotos con riendas, el charquicán, la chorrillana, el mote con huesillo y el caldillo de congrio. 

Y es que la gastronomía cumple un rol cultural importante en cada país, porque la comida dialoga con la identidad de los pueblos de los que proviene y refleja sus costumbres. Asimismo, los platos y elaboraciones transmiten los sabores que degustaban nuestros ancestros, lo que nos ayuda a crear lazos y conciencia sobre lo que significa nuestro entorno y comunidad.

Así es que el desafío es potenciar en este mes de abril todos los productos que nos identifican, llenando de calidad y tradición los corazones de quienes habitan en este hermoso país llamado Chile.   


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