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NOS DEJA UN QUERIDO PRESIDENTE



Fallece José María Narvarte, colega muy apreciado entre los industriales del sector y destacado dirigente gremial. 


Durante el pasado mes de diciembre la panadería nacional recibió la noticia del sensible fallecimiento de José María Narvarte Arregui, empresario panadero de larga trayectoria, quien fuera dirigente por más de 20 años y presidente del gremio durante la primera década de los años 2000.


De pequeño estudió en el Instituto Nacional (generación 1967), para luego cursar la carrera de ingeniería mecánica en la Universidad Técnica del Estado. Pero su destino y corazón estaba en la panadería, así como en el liderazgo que ejercía en todas las actividades que desarrolló, acompañado siempre de una alegría y carisma que lo transformaron en una persona muy querida para quienes lo conocieron.   


El Choma o Txoma (en idioma Euskera) para sus amigos, además de industrial y dirigente de nuestro sector, también encabezó el de Euzko Etxea de Santiago de Chile (Centro Vasco), donde estuvo al frente de la entidad por espacio de 15 años. Y a su vez, presidió la Federación Chilena de Pelota Vasca, siendo uno de los principales impulsores de este deporte en el país. 



Descendiente tanto por parte paterna como materna de familias integrantes de la diáspora vasca, su padre fue el filósofo e intelectual Cástor Narvarte Sanz.

Al gremio panadero llegó en 1985, periodo en que Manuel Suárez reemplazó a Francisco Bouzo en la presidencia de Indupan y Fechipan. Lo hizo junto a su amigo y colega Ariel Díaz Gajardo, quien destaca la personalidad extrovertida y amable de Narvarte.

En sociedad, ambos fueron dueños de las panaderías Lagunak, Donosi y Bidasoa, pero las historias cercanas en compañía de sus familias incluyen notables recuerdos.

“Algunas veces nos embarcamos en cruceros por el Caribe, también concurrimos a varias ferias profesionales e incluso, en 1997 y como éramos cercanos al padre del tenista Fernando González, quien era vendedor de harina en esa época, asistimos al US Open para apoyarlo cuando era un jugador junior de 16 años”, comenta Díaz.    

Otro que compartió por espacio de muchos años la actividad gremial con Narvarte, es José Yáñez Diéguez, director de Indupan, quien señala que siempre fue un industrial muy colaborador y activo en su sector.

“Desde que llegó a la actividad, destacó rápidamente como dirigente por sus cualidades personales y cercanía con la gente. Considero que fue un gran amigo y me siento un privilegiado de haberlo conocido”. 

Asimismo, Juan Mendiburu Azcárraga, actual presidente de Indupan e igualmente miembro de la colonia vasca, indica que incluso antes de llegar a la asociación, “el Choma era un líder gremial que se movía mucho en su sector, trabajaba en la calle agrupando panaderías para ayudar a resolver problemas comunes”.

Dice que fue precisamente él quien hace 15 años lo “obligó” a integrase a Indupan, recalcándole la necesidad de contar con nuevos y jóvenes dirigentes. 

“De su estilo me gustaba harto el que no le agradaba el tema político, pero siempre estaba disponible para hacer amistades y dar un buen consejo como panadero. Ayudó a mucha gente en ese sentido y por eso era una persona muy querida y respetada. Además, tenía muy buena llegada con los proveedores y sabía negociar, porque era un tipo de excelente carácter, simpático y cercano a todos”.

Una de las últimas panaderías en la que José Maria Narvarte estuvo activo fue la Real Madrid, cuya propiedad original era de su suegro, el también vasco Eusebio Ilzauspe. 

A través de este sentido homenaje y recuerdo de su destacada trayectoria, hacemos llegar nuestras más sinceras condolencias a sus familiares cercanos y amigos.

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