PATTY CARIÑO
Pastelería artesanal hecha con amor
Reciente ganadora del concurso Mejor Torta Día de la Madre y vencedora en 2023 del certamen para elegir el Mejor Pan de Pascua, su dueña nos relata el desarrollo que ha tenido su negocio a base de esfuerzo y dedicación.
Elsa Ester Chávez Pizarro trabaja desde la década de los 80 en el rubro y empezó haciendo empanadas en la casa para vender a los vecinos. Luego siguió con el Pan de Pascua y después dio el paso a la pastelería hace 30 años.
Lo hizo por necesidades económicas de su familia, como una manera de poder mantener a sus 4 hijos. Y para ello convirtió su casa en pastelería, tomado el área de la terraza para poder producir.
Según nos cuenta, cree que el secreto del éxito y desarrollo de su negocio está en mantener la tradición artesanal en la elaboración y en no haber industrializado los procesos pasteleros. Asimismo, en el uso de materias primas de calidad, las cuales advierte, por desgracia son cada vez más difíciles de encontrar, porque han variado mucho buscando rebajar los costos o utilizando preservantes para lograr mayores tiempos de duración.
Hace 5 años abrió las dependencias en las que funciona pastelería Patty Cariño (nombre de fantasía derivado del hecho de que cuando pequeña le decían Pato y de que siempre trata a los clientes con la palabra cariño). Éstas se encuentran ubicadas en la comuna de La Florida y en ellas trabajan hoy más de 50 personas. Constan de un local, donde antes tenía cafetería, que ahora vende todo lo que son las tortas tradicionales, así como los pasteles, galletas y trozos de torta. Y de otro que está inmediatamente al frente, donde se encuentra todo lo relacionado con el pedido de las tortas especiales.
Muchas de sus recetas las rescató de la familia y su habilidad para la cocina se algo innato, ya que nunca hizo cursos especiales, más allá de asistir a algunas capacitaciones esporádicas. Pero también le gusta innovar y atreverse a hacer modificaciones todo el tiempo, arreglando las fórmulas que maneja.
Todas las tortas especiales las elabora personalmente, lo mismo que el Pan de Pascua. Los pasteleros que trabajan con ella se dedican más bien a la decoración y a la producción de las tortas más básicas o express que son las de venta diaria.
Calcula que a diario comercializan unas 100 tortas y ese número aumenta los fines de semana a 300 ó 400, con lo cual estima que fabrica unas 1500 tortas por mes. Y todo se hace a mano, con cariño y gran dedicación.
Además, tienen una sección de coctelería y comidas preparadas congeladas para llevar, porque ha sido un excelente complemento a la pastelería, con gran aceptación de parte de los clientes.
Siempre ha estado en La Florida y la gente del sector le agradece porque dice que hace florecer la comuna. Ello implica que tiene compradores fieles que viene por generaciones al establecimiento.
Reconoce que los concursos de Indupan le han traído gran prestigio a su local y aumentado el número de clientes, aun cuando tiene una buena base que la sigue desde hace muchos años. No obstante, dice que las ventas de tortas para el pasado Día de la Madre crecieron en aproximadamente 30%, con lo cual no tuvo suficientes para satisfacer todos los pedidos de ese día domingo.
Sobre la torta con la que ganó el certamen de abril pasado, comenta que se llama Carozzina y es un bizcocho a base de nuez que se hace con Nutrina (un tipo de sémola más delgada) y no con harina; que tiene con mucha humedad y gran sabor.
A su vez, con el Pan de Pascua ocurre que desde que fue la vencedora en la competencia organizada por nuestra asociación gremial, éste ha pasado a ser un producto permanente que tiene todos los días del año, a diferencia de lo que hacía antiguamente, dónde sólo los fabricaba para la época de Navidad o para Pascua de Resurrección.
Elsa Chávez nos confiesa que ya se está preparando para el concurso 2024 de este producto y que se encuentra innovando para presentar una receta diferente. Cree que la clave del éxito está en el esfuerzo, la dedicación y el trabajo constante que, de paso, es lo que la mantiene activa y, según dice, viva a sus 78 años de edad.
Por último, indica que todos sus hijos trabajan actualmente en la pastelería y piensa que ésta será un legado para ellos que, de seguro, continuarán desarrollándola a través de los años, manteniendo la tradición en la calidad y el servicio que la caracterizan.
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