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En el escenario actual, quien no se sube al carro de la transformación digital no existe. Así de claro. Esto, porque las empresas pierden ventas, desaparecen del mapa de sus clientes y no avanzan en el desarrollo de su negocio. Para las pymes, este fracaso puede implicar un gran impacto en su competitividad y sustentabilidad, dado que tienen recursos más limitados y valiosos en tiempo, dinero y energía.


Estamos conscientes de que la pandemia aceleró la transformación digital en Latinoamérica, pero lo más revelador es que las cifras muestran cómo en un año, el crecimiento en esta área fue mayor al que se hubiese logrado en cinco. Más del 60% de las empresas aceleraron este proceso en 2020, y, en contraposición, tenemos que más del 70% de las iniciativas fracasaron en dicha transformación.


Aun así, muchas organizaciones subestiman la complejidad que envuelve la implementación de la transformación digital y el impacto en su modelo de negocios, ya que mientras las empresas grandes se pueden dar el lujo de fracasar porque tienen respaldo financiero para soportar estas pérdidas, las pymes no, porque eso implica un gran golpe en su competitividad y sustentabilidad.


Pero identifiquemos las 5 principales causas de por qué están fallando. Lo primero es que no dedican el tiempo suficiente a entender la profundidad del problema y el tamaño de la oportunidad que tienen. En segundo lugar, se enfocan en implementar soluciones tecnológicas y no en sacarle provecho a las soluciones ya instaladas.


Como tercer punto, no cuentan con una hoja de ruta bien definida, que permita lograr victorias pequeñas, rápidas y frecuentes. También olvidan del rol que juegan las personas en el proceso y el cambio cultural asociado. Finalmente, los dueños y/o gerentes generales no dedican el tiempo suficiente a impulsar, difundir y apoyar el proceso de transformación.


Pero la buena noticia es que estas fallas pueden ser corregidas. El éxito en el ascenso a la transformación digital se puede aumentar aplicando 5 sencillos pasos, empezando por integrar a clientes y colaboradores para entender mejor el problema y la oportunidad. También ampliando la búsqueda de soluciones en dimensiones que van más allá de la tecnología, como personas, procesos y data. Asimismo, hay que priorizar las soluciones según su nivel de impacto y factibilidad en la mejora de las ventas, la experiencia del cliente y el rendimiento del equipo humano.


Por otra parte, se deben establecer instancias formales para escuchar las recomendaciones, ideas y preocupaciones de los colaboradores, a fin de detectar las brechas de conocimiento. Por último, es necesario calendarizar reportes, coordinación, decisiones en torno a disponibilidad de recursos, prioridades, incorporación de personas, definición de roles, etc., para que el equipo involucrado en la transformación digital sienta que esta es una iniciativa de alta prioridad e impacto.


Por: Patricio Delgado, gerente general de Augure.

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