SALUD Y NUTRICIÓN DE REGRESO A CLASES
Por María José Fernández Mendoza
Nutricionista de la Universidad Viña del Mar.
Sabido es que, a nivel mundial, Chile es uno de los países con mayor consumo per cápita de pan. A su vez y de manera lamentable, este consumo se asocia de forma injustificada al aumento de peso en la población, pero ello es un mito porque no existe una causa directa en este punto.
Por un lado, todo va a depender de la calidad y cantidad del pan que se consuma y, por otro, de lo que agreguemos a nuestro pan en alimentos altos en grasa, sodio o azúcar, tales como el manjar, la mermelada, los embutidos, la mantequilla, la margarina o la mayonesa.
Lo anterior es lo que provoca un aumento en la ingesta de calorías, carbohidratos y grasas que pueden superar nuestros requerimientos diarios. Por ello, se vuelve fundamental saber elegir un pan de buena calidad para aprovechar el aporte de nutrientes que sean beneficiosos para nuestro organismo.
Entre las opciones que se consideran saludables están desde luego la marraqueta, pero también el pan de molde elaborado con masa madre por su bajo aporte de grasa, así como aquellos cuyo ingrediente principal sea la harina integral, ya que entrega fibra que es esencial para mejorar la digestión y provocar saciedad.
Si además contiene granos y semillas, aumenta su valor nutricional, sumando vitaminas y minerales de gran utilidad para el cuerpo.
Ya comienza el mes de marzo, momento en que niños y adolescentes retoman las jornadas escolares para aprender nuevos conocimientos. Y en ese sentido, la educación nutricional no puede quedar a un lado, porque se relaciona directamente con su bienestar y desempeño académico.
Estudios indican que hay efecto positivo en escolares que desayunan de forma saludable, con un mejor rendimiento, mayor concentración y energía al momento de enfrentar los desafíos del aula. Por esto, es vital que los menores se alimenten adecuadamente.
En esa línea, algunas ideas y recomendaciones para prepararles colaciones que acompañen un rico pan, tienen que ver con el uso de huevos y palta; verduras como lechuga y tomate; quesillo o queso fresco; hummus y, pastas caseras que podemos hacer con pollo o atún al agua, por ejemplo.
