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Según Carlos Parodi, economista y profesor principal del Departamento Académico de Economía en pregrado y profesor de la Escuela de Postgrado de la Universidad del Pacífico de Lima, a mediados de julio en Perú se registró un aumento en los precios de bienes y servicios bÔsicos.


En su opinión, tres factores fueron decisivos. En primer lugar, los aumentos de los precios internacionales de una serie de productos, entre ellos el trigo en mĆ”s de 40%. ā€œY se trata de un insumo para hacer, por ejemplo, el pan y las galletas que, como consecuencia, suben de precioā€. Por Ćŗltimo, el petróleo lo ha hecho en mĆ”s de 50% en los Ćŗltimos meses. El resultado es el incremento del valor de los combustibles y con ello suben una serie de precios mĆ”s.


En segundo lugar destaca el alza en el precio del dólar, debido a la incertidumbre política y, en tercer lugar, los fletes que han subido en los últimos meses (por encarecimiento del precio del combustible). El flete es el costo de embarcar y transportar los productos importados hacia los puertos de destino. Si es mÔs caro el servicio de transporte, entonces sube el precio de lo que se trae. Entre ellos, algunos insumos de la panificación.


Sin embargo, el Instituto de Estadísticas emitió algunos informes que hablaban de una baja del precio del pan. Ante estas declaraciones, nos comunicamos con la Asociación Peruana de Empresarios de la Panadería y Pastelería (Aspan), que preside Pío Pantoja. Nos respondió su administrador y experto en materias estadísticas, Williams Heredia.

Ɖl nos explicó que desde la perspectiva del gremio, no se observaba esa baja del precio del pan, por lo que pidieron a la autoridad precisar la modalidad que se usó para llegar a dicha conclusión. Tras obtener la respuesta a sus cartas, detectaron que hubo algunos errores en las formas en que se analizaron las muestras y, ante ello, solicitaron rectificar la información.


Heredia nos explicó que si bien el Instituto Nacional de Estadísticas e InformÔtica (INEI) siguió considerando los panes mÔs comunes consumidos en el país (el francés y el Yema) y realizaron muestras aleatorias, los anÔlisis no fueron concretados con la modalidad habitual (por motivo de la pandemia).


El gremio advirtió que si bien cerca del 80% de las empresas han sido afectadas por los aumentos en el precio de los insumos, ā€œel 50% de ellas no han querido traspasarlo en aumento de precios a los clientes finales. Esto, porque mĆ”s que una mentalidad empresarial, buscan no perjudicar al cliente. No obstante, en lugar de subir el valor nominal, sacrificaron (bajaron) un poco el peso de la unidad del pan que vendenā€, con lo que en definitiva sĆ­ hubo un aumento del precio por kilo.


Esto es muy relevante si se considera que en el PerĆŗ, entre el 90% y 95% de las panaderĆ­as no venden el pan por peso, sino por piezas. Entonces, por un determinado monto de dinero, el consumidor lleva ā€œxā€ cantidad de panes.


Coincidentemente con ello, no fue correcto que en los anÔlisis de la autoridad en pandemia se tomara la cantidad de panes y se estimara el kilo sin pesarlo. Ante la queja del gremio de los industriales panaderos y al corregir la modalidad de cÔlculo, el Instituto Nacional de Estadísticas reveló que desde mayo de este año sí se registró un aumento del precio del pan. En el caso del pan Yema, el precio promedio por kilo que existía desde enero de 2020, de 6,69 soles (1298,39 pesos chilenos al 23 de julio), alcanzó los 6,79 soles en mayo (1317,59 pesos chilenos) y los 1325 pesos chilenos en junio.


En el caso del pan francés, el precio promedio pasó de 6,78 soles en enero de 2020 (1300,12 pesos chilenos) a 6,95 en mayo (1348,64 pesos) y en junio, a 7,24 soles (1404,91 pesos chilenos).


Heredia explicó que el gremio ha detectado que, debido al significativo aumento de los insumos, ā€œen muchas panaderĆ­as ya desde enero (de 2021) y sobre todo en febrero y marzo, el precio del pan se incrementó. Por eso nosotros detectamos la distorsión al ver los informes de la autoridad e hicimos una carta para precisar la modalidad de cĆ”lculoā€.

ā€œEn la respuesta del INEI, ellos aceptan que a partir del aƱo pasado, no utilizan la metodologĆ­a normal de pesar el pan para hacer el cĆ”lculo del precio… Y tomaron en cuenta las unidades. Pero como algunos industriales optaron por vender un pan mĆ”s Ā“inflado’ para no subir el precio, esto causo un error de cĆ”lculo del monto real por kilo… Esto es lo que estĆ”bamos sospechando y el INEI lo ha ratificadoā€.


Heredia nos precisó que el estÔndar del peso de las piezas de panes en Perú es de 40 gramos en los últimos meses, pero se han registrado en Cusco pesos de entre 31 y 37 gramos.


Ahora, si se toman en cuenta las cifras de las variaciones de IPC de mayo en alimentos y bebidas, que consideró los muestreos habituales realizados por la autoridad, se registraron las siguientes variaciones:

Aumentos en relación a abril:

  • 3% en el pan francĆ©s.

  • 2,2% del pan integral.

  • 1,2% del pan de molde.

  • 1,1% para Yema.

  • 1,1% para Ciabatta.


MERCADO PANADERO PERUANO

Se estima que en el Perú hay 14.800 panaderías. De ellas, el 25% incluye el servicio de cafetería como parte de su negocio. Con eso estÔn apostando por la diversificación de la oferta para revertir una baja en el consumo registrada en los últimos años y, de paso, una menor rentabilidad.


Para impulsar y mejorar la calidad de este servicio, hace algunos aƱos Aspan ha realizado capacitaciones en el uso de mƔquinas. AdemƔs ha promovido innovar en la oferta de productos, romper los esquemas de trabajo tradicionales y formar al personal tanto en labores tƩcnicas como administrativas.


En opinión de su presidente, PĆ­o Pantoja, siempre se ha considerado que la ecuación ideal en tĆ©rminos de rentabilidad, es que cada lĆ­nea de negocios posea una participación equitativa en la generación de ingresos. ā€œAsĆ­, una panaderĆ­a tradicional debe tener un tercio de los ingresos provenientes del pan, otro tercio de la pastelerĆ­a y el Ćŗltimo tercio de la venta de embutidos, que es la que mĆ”s mĆ”rgenes de ganancia ofrece. Pero cuando se incluye la categorĆ­a snack o cafeterĆ­a (ofrecer cafĆ© y sĆ”ndwich), Ć©sta debe tener el 25% y dejar el otro 75% para los tres rubros antes citadosā€.


FUTURO PREOCUPANTE


La propuesta de campaña de Pedro Castillo, Presidente electo de Perú, de controlar las importaciones, hace recordar a muchos empresarios los tiempos de escasez y colas en los 80. Esto obviamente genera una inquietud extra para el gremio panadero.


Les trae a la memoria la polĆ­tica de control de importaciones que aplicó Alan GarcĆ­a en su primer mandato (1985-1990), que tuvo como consecuencia la falta de pan para llevarse a la boca. No hubo Ć©poca mĆ”s complicada para ser panadero, ni para comprar pan, tal como se destaca en la entrega nĆŗmero 23 de la ā€œColección del Bicentenario: 200 aƱos de EconomĆ­a en el PerĆŗā€, publicada por PerĆŗ21.


Para el economista David Tuesta, el control de importaciones tenĆ­a el objetivo de ā€œproteger determinadas industrias o sectores del paĆ­s; sin embargo, esto generó que los productos fueran mĆ”s caros y escasosā€.


Durante esos aƱos, la situación de abastecimiento de insumos era tan complicada, que se hizo comĆŗn ver negocios con la inscripción: ā€œNo llegó la harina, no hay panā€. Pero el problema era que muchos peruanos pensaban que los mismos panaderos eran los responsables de la escasez y de las colas.


PANARTE © 2021
Revista de panadería y pastelería
en Chile por INDUPAN

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